Aunque Madanis pueda sonar exótico y distante, su nacimiento se encuentra muy cerca de donde estamos ahora.
Detrás de sus tres sílabas resuenan los ecos de una Cataluña arabizada en la Edad Media. El nombre Madanis se remonta al siglo XII, cuando se le dio a un rincón de tierra en el Pre-Pirineo
catalán, específicamente a un hermoso valle. El origen de un nombre es la esencia misma de su significado, y Madanis evoca la esencia de la tierra trabajada, con una belleza singular. Es el aroma a romero y tomillo, la sombra de los olivos, un mar de sensaciones que te transporta a la naturaleza en un suspiro.
Hemos querido trasladar todo este sentimiento a Barcelona, buscando inspiración en ese trocito de paraíso para definir nuestra manera de entender la hospitalidad.
Nuestro trato se caracteriza principalmente por su autenticidad y por hacer las cosas bien, pensado para aquellos que buscan una forma diferente de experimentar los hoteles, donde los detalles son evidentes en cada rincón.
Nuestro equipo de recepción está siempre disponible para hacer su estancia más acogedora, destacándose por ofrecer un servicio personal y cercano. Trabajamos para mantener la alta calidad de los productos que servimos durante el desayuno, comidas y cenas. La excelencia en nuestras estancias está diseñada para que nuestros huéspedes se sientan como en casa, sin descuidar los demás servicios que Madanis Hoteles ofrece a todos, ya sean huéspedes o visitantes.
Todo lo descrito anteriormente es lo que significa Madanis, y queríamos plasmarlo en la primera entrada de nuestro blog, que iremos actualizando. Deseamos que formen parte de Madanis, tanto si ya nos han visitado como si están pensando en hacerlo.
Así que solo nos queda decir… ¡BIENVENIDOS A MADANIS!